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-noticia ampliada enero/2020-
El número de accidentes en carretera convencional desciende en 84 personas un 9,6% por la bajada del límite de velocidad a 90 km/h.
1.098 personas perdieron la vida en las carreteras el año pasado en los 1.007 accidentes mortales que se produjeron en las vías interurbanas y registradas hasta las 24 horas posteriores al accidente. Esto supone el mínimo histórico y una rebaja del 7,6% de los 1.188 fallecidos que hubo en carretera en 2018.
Además de las víctimas mortales, 4.395 personas requirieron ingresos hospitalario, lo que supone un descenso del 6,7% en el número de accidentes y de un 3,8% de los heridos graves.
Todo ello a pesar de que han aumentado los desplazamientos en un 2,5%, un 2,2% el parque de vehículos hasta los 34,5 millones de unidades y hubo un 1,3% más de personas con carné de conducir, hasta totalizar 27,2 millones.
El ministro Fernando Grande Marlaska dijo que "las noticias son menos malas pero nunca son positivas cuando hablamos de víctimas pero sí es importante que tuvimos 37 días sin ningún fallecido y con abril, junio y agosto supusieron un mínimo histórico". El día con mayor siniestralidad del año fue el día 21 de julio en plena operación de tráfico de verano en el que se produjeron 13 víctimas mortales, mientras que el promedio diario fue de tres fallecidos.
Grande Marlaska destacó el buen comportamiento de los conductores en verano "especialmente en julio y agosto donde se produjeron 46 víctimas menos que en el mismo período de 2018".
Por tipo de vía en carretera convencional fallecieron 800 personas, 84 menos que en 2018, lo que supone un descenso del 9,5% "un parámetro significativo" según el ministro y que se achaca por Interior y la DGT a la reducción de la velocidad en este tipo de vías el año pasado a 90 km/h. "La velocidad inadecuada es la causa trasversal en todos los accidentes", dado que predomina la salida de la vía (457 víctimas) por tipología de accidente.
En autovía fallecieron 304 personas en 2019, seis menos que 2018, lo que supone un 2% menos. Las franjas de edad en las que más muertos se produjeron fueron las de 45 a 54 años con 221 fallecidos y en los mayores de 65 con 210 víctimas mortales.
En cuanto a los usuarios vulnerables, el año pasado fallecieron 264 personas que iban en moto, que suponen 47 víctimas más que en 2018. "Esto es un dato muy preocupante". También subieron los ciclistas atropellados con 40 fallecidos, cuatro más que en 2018. De ellos, "16 no llevaban casco. Parece difícil de entender también que al subir a un vehículo no sea intuitivo ponerse el cinturón [116 personas fallecidas en turismo y furgoneta no llevaban el cinturón de seguridad], y 11 motoristas fallecidos no llevaban casco. Con ello puesto, los accidentes mortales hubieran descendido".
Por su parte el número de peatones atropellados disminuyó en 22 personas hasta los 115 fallecidos.
"Hay que destacar que no hubo ningún fallecido en accidente de autobús el año pasado", dijo el ministro Grande-Marlaska.