En un mundo de coches autónomos, Google se prepara para lo inevitable: accidentes contra peatones. Antes de que la tecnología sea tan fiable que "todos los accidentes puedan ser evitados", el gigante de Silicon Valley asume que habrá colisiones.
"Los fabricantes de coches se han vuelto sorprendentemente buenos a la hora de proteger a los pasajeros del vehículos. Aplaudo a cualquiera que piense, como deberían, en las personas fuera del coche", dijo el abogado experto en coches autónomos, Bryant Walker de la universidad de Stanford, cuando terminó de reírse de la idea de Google.
Y es que merece unas carcajadas: la solución que patentaron es, prácticamente, un 'papel de moscas' que recubre la zona de contacto y adhiere al peatón a la superficie, evitando que salga despedido por el impacto.
Para evitar los problemas que puedan surgir al llevar un potente adhesivo recubriendo el exterior del coche, Google lo oculta con un material similar a la cáscara de huevo, que se fragmentará con el impacto.
Sin embargo, Google no es la primera marca en pensar en la seguridad del atropellado. Algunos Jaguar llevan cargas explosivas bajo el capó que lo elevan unos centímetros y amortiguan el impacto de la víctima. En el V40 de Volvo, un 'airbag de peatones' se despliega sobre la base del parabrisas, que suele ser causante de lesiones craneales.
Aun así, una portavoz de Google dijo que esta patente no necesariamente significaba un nuevo producto. "Patentamos muchas ideas, algunas de ellas se desarrollan en productos reales y otras no". Solo por el valor cómico de ver a peatones atropellados pegados a coches sin conductor, merece la pena.
MARATÓN DE IDEAS CONTRA ATROPELLOS: 600 expertos proponen artilugios para evitar accidentes en la ciudad
Desde un sistema de bolardos para impedir que los vehículos invadan el paso de peatones en el momento en que cruza un viandante, hasta divertidas figuras reflectantes para colgar de la mochila o el bolso, pasando por nuevas formas de tomar las rotondas o badenes verticales para forzar a los vehículos a reducir la velocidad. Son algunas de las innovaciones presentadas en el Primer Encuentro de Ciudades para la Seguridad Vial, que ha reunido durante dos días a más de medio millar de expertos en la ciudad asturiana de Gijón para buscar la senda que lleve a una convivencia pacífica entre vehículos y personas.
Las soluciones a los problemas de las calles no siempre requieren un gran desembolso ni grandes despliegues tecnológicos, como ha demostrado Fuenlabrada, que logró el premio a la ciudad modelo de seguridad vial. En las calles de esta localidad madrileña, se han evitado muchos atropellos, al construir los pasos de peatones de forma que no queden ocultos los extremos por los vehículos aparcados en batería y propiciar que tanto el viandante como el conductor tengan más visibilidad. Un tercio de las víctimas de tráfico son peatones. Éstas son algunas de las innovaciones más llamativas:
Un badén respetuoso.- Nació en la Universidad Politécnica de Valencia y se llama Speed Kidney. El proyecto piloto de este "dispositivo moderador de la velocidad" estará preparado en un mes en una calle del campus universitario. Tiene vocación de convertirse en el sustituto de millones de badenes (también conocidos como resaltos o guardias dormidos) en toda España. Consta de un resalto un poco elevado en cada carril con una ligera curvatura ("arriñonado") que queda entre las ruedas de los coches; y un resalto más en la zona central, para evitar que los vehículos intenten eludirlos invadiendo la zona central de la calle. La curvatura será la que marque cuánto deberán reducir la velocidad los conductores.
El ancho de los resaltos de cada carril está calculado para que el transporte público y de emergencias puedan circular normalmente. Las bicicletas o las motos podrán aprovechar el espacio libre, que también traza una ligera curva y que les obligará a reducir la velocidad. El padre de estos modernos resaltos, el catedrático Alfredo García García, señala que ni son molestos para la conducción ni desgastan la suspensión del vehículo. Podrán ser instalados de obra o prefabricados. El coste será muy similar al de un badén tradicional.
Paso de peatones californiano.- Es uno de los sistemas preferidos por los responsables de seguridad vial de muchas ciudades californianas, estado de EEUU del que era originario su creador. El LightGuardSystem está compuesto por un mecanismo que detecta cuándo va a cruzar un peatón y activa una fila de luces de color ámbar incrustadas en el asfalto, visibles a 450 metros, a ambos lados del paso de cebra, como aviso al conductor. Adicionalmente, el sistema permite activar la luz roja de un semáforo. Sus inventores aseguran que es económico, que los focos sólo sobresalen 1,2 centímetros del asfalto y que en un mes la localidad zaragozana de Utebo probará el LightsGuardSystem.
El semáforo inteligente.- Unas baldosas detectan la presencia y el movimiento de las personas gracias a unos sensores, que ordenan a los semáforos cerrarse hasta que el peatón haya cruzado la calle. Este mecanismo está en pruebas en una calle de la ciudad de Castellón.
Bolardos que salvan vidas.- El PeATO tiene un sistema hidráulico que se activa cuando el viandante va a cruzar la calle. En ese momento una batería de bolardos emerge del suelo en tres segundos y crea una barrera de protección para el viandante. La instalación de este mecanismo costará entre 20.000 y 50.000 euros. Aún no funciona en ninguna ciudad, pero según su creador, José Manuel Pato González, varios ayuntamientos gallegos están interesados.